LA LUCHA ES CIEGA
Subiré hasta ti cielo, ascenderé tu tronco para retomar - en la cumbre – a tus dos diosas, las trataré alternas, pues ya me va llegando tu olor original. De las dos copas aladas, pasaré al beber de tu mosto apasionado, pues también bebo apasionado la sabia que en tu boca da fruto. No la ves, pero de color verde es el infinito que nos rodea cielo. Entremos en ese cuadrado y deshagamos el universo paralelo que nos hace caer nueva la mente en la tentación, amen. Así estallarás cual crepitar amanecer junto a crepuscular anochecer. Por un sólo instante, ¿ crees que merece la pena dejar toda tu fuerza en mis manos?. En el cuerpo a cuerpo tus manos no ven que la lucha es ciega.